Esta nueva instalación, clave para garantizar la continuidad de la actividad minera de Sandfire Matsa en la provincia de Huelva, tendrá capacidad para almacenar residuos más allá de 2040 al ritmo de producción actual
Su puesta en marcha permitirá a Sandfire Matsa seguir generando desarrollo socioeconómico y empleo de calidad y estable en el territorio
Sandfire Matsa reforestará 175 hectáreas de pino piñonero en terrenos públicos y creará una pantalla vegetal como medida de integración paisajística
Sandfire Matsa, que cuenta con tres operaciones mineras subterráneas y una moderna planta de procesamiento en la provincia de Huelva, ha anunciado que prepara los trabajos de construcción de la primera fase de su nueva instalación de gestión de residuos mineros, una vez completada la tramitación administrativa que hace posible el inicio del proyecto. Desde la empresa se destaca que esta instalación es clave para la continuidad de las operaciones mineras de Sandfire Matsa y le permitirá seguir generando desarrollo socioeconómico y empleo de calidad y estable en el territorio.
Se anuncia así que la nueva instalación tendrá una vida útil de al menos 15 años al ritmo de producción actual, abriendo nuevos horizontes de futuro para la provincia de Huelva.
Al mismo tiempo, Sandfire Matsa trabaja para optimizar y aumentar el valor de sus operaciones mineras, y en este marco, se apunta que gracias a la concesión de nuevos permisos mineros y a los trabajos de exploración e investigación en curso, Sandfire ha aumentado su inversión en el territorio como apuesta de futuro, tanto dentro de las minas como fuera de ellas, considerando además que la Faja Pirítica Ibérica es una zona de alto valor minero y geológico, por lo que es posible realizar nuevos descubrimientos y prolongar así la actividad minera.
Considerada “Mejor alternativa” por la Comisión Europea
Desde la empresa se expresa que toda operación minera responsable necesita un sistema seguro para el almacenamiento de estériles derivados del proceso de extracción y tratamiento de los minerales, y que el depósito actual de Sandfire Matsa, en operación desde 2007, ha funcionado sin incidencias durante 18 años y alcanzará su capacidad máxima en 2026. «La construcción de un nuevo depósito, por tanto, no es solo una necesidad operativa, sino una condición indispensable para asegurar la continuidad de la actividad minera en la zona», destacan.
Se trata, por tanto, de un proyecto clave para sus operaciones, en el que la empresa remarca que lleva trabajando desde 2012, de la mano de profesionales con experiencia en ingeniería, gestión ambiental y control de calidad de agua, que la instalación ha sido proyectada de acuerdo con las normas más exigentes en gestión de este tipo de materiales y se ha sometido a un riguroso proceso de evaluación medioambiental y de información pública, que ha incluido la participación de las comunidades locales conforme a los requerimientos legales.
La nueva instalación tendrá la misma capacidad que el actual depósito de Sandfire Matsa, unos 15 millones de metros cúbicos. Esta cifra es muy inferior a la de otras instalaciones similares en el territorio, gracias a que el 50% de los residuos generados en el proceso de tratamiento de minerales en Sandfire Matsa son utilizados, en forma de pasta, en el relleno de sus galerías y cámaras subterráneas, reduciendo así la necesidad de ser depositados en superficie. Al igual que en el depósito actual, los residuos depositados en esta futura instalación estarán espesados al 60-70%. Este proceso está considerado por la Comisión Europea como una de las mejores alternativas de deposición de estériles.
Inicio de los trabajos de construcción de la instalación
Se quiere incidir en que la Compañía ha desarrollado un proyecto sólido y responsable para construir esta infraestructura. En este sentido se apunta que este se ha diseñado pensando desde el principio en la seguridad, el cuidado del medio ambiente y el respeto a las personas que viven en el entorno. Con una previsión de puesta en marcha en 2026 y una inversión superior a 60 millones de euros, durante la etapa de construcción de esta instalación, la compañía prevé la creación de alrededor de 50 puestos de trabajo, además del mantenimiento de los cerca de 4.000 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos que actualmente generan sus operaciones mineras.
Además, el diseño contempla sistemas avanzados de impermeabilización, drenaje interno, monitoreo estructural continuo y vigilancia geotécnica. El cierre del depósito también ha sido planificado con rigor: contempla el sellado completo, la restauración ecológica con especies autóctonas y un plan de seguimiento ambiental y mantenimiento por un periodo de hasta 30 años desde su clausura, incluyendo control de aguas, vegetación e integridad estructural.
Actuaciones ambientales en el entorno
Para reducir el impacto de esta instalación en el entorno, y en línea con su compromiso y respeto hacia el medio natural, Sandfire Matsa llevará a cabo actuaciones como la repoblación de 175 hectáreas de pino piñonero en monte público, y aquellas que se consideren adecuadas siguiendo las recomendaciones de la Administración. También ha previsto, como medida de integración paisajística, la creación de una pantalla vegetal.
En el desarrollo de la instalación se contempla además la permuta de un camino rústico de uso agrario por otro camino que mantendrá la función del camino original de comunicación de fincas agrícolas, y que será reacondicionado para su uso recreativo y de interpretación de la flora y la fauna local.